Nuestra historia es un testimonio de resiliencia, amor y la inquebrantable determinación de una madre y su sueño.

 

Hace siete años, mi mamá decidió emprender su propio camino después de un difícil divorcio. Con valentía, dedicación y sus ahorros, superó todas las voces que le decían que no lo lograría y así nació Little Frog, un rincón lleno de magia, dedicado a vestir y alegrar a los más pequeños con tesoros inspirados en la naturaleza de Costa Rica.

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Cada prenda, juguete y souvenir que ofrecemos está impregnado del amor y la pasión con la que mi mamá construyó esta empresa. Su espíritu de lucha y su deseo de brindarle al mundo productos que compartan un pedacito de la belleza natural de Costa Rica son la base de todo lo que hacemos.

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Hace dos años, nuestra familia enfrentó un nuevo desafío: mi mamá fue diagnosticada con cáncer. Su batalla fue dura y, aunque lo dio todo para tener más días al lado de su familia, su cuerpo cedió ante la enfermedad. Mi mamá trabajó en este proyecto hasta sus últimos días, apasionada por todo lo que esta compañía significaba para ella. Y aunque ella ya no este, su fortaleza y su legado siguen más vivos que nunca en nuestro trabajo diario.

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Hoy, soy Lucero, su hija, quien lleva adelante este hermoso proyecto que ella comenzó. Con cada paso que doy, llevo conmigo su espíritu indomable y su visión.

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Gracias por ser parte de nuestra historia y por permitirnos compartir con ustedes un pedacito de nuestra vida y de Costa Rica.

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Con amor y gratitud,